Las adicciones sin sustancia suelen pasar más desapercibidas en un principio, sobretodo porque se llevan a cabo en soledad y para cuando las personas que pertenecen al entorno del adicto se percatan, la adicción ya está en una fase avanzada.
Algunos signos de alarma de la adicción a los videojuegos incluyen:
1. Pérdida de control: La incapacidad de controlar la cantidad de tiempo dedicada a los videojuegos. La persona puede pasar largas horas jugando sin ser capaz de detenerse, incluso cuando tiene otras responsabilidades o compromisos importantes.
2. Prioridad excesiva: La persona prioriza los videojuegos sobre otras actividades importantes de la vida, como el trabajo, los estudios, las relaciones personales y el cuidado personal. Puede descuidar sus responsabilidades y dejar de participar en actividades sociales o recreativas debido a su obsesión por los videojuegos.
3. Síntomas de abstinencia: Experimenta síntomas de abstinencia cuando no puede jugar, como irritabilidad, ansiedad, agitación o depresión. Puede sentirse inquieto o incómodo cuando no está jugando.
4. Aislamiento social: La persona tiende a aislarse socialmente y prefiere pasar la mayor parte de su tiempo jugando en línea en lugar de interactuar con amigos o familiares. Puede tener dificultades para establecer o mantener relaciones personales significativas fuera del mundo de los videojuegos.
5. Negativa a buscar ayuda: A pesar de las consecuencias negativas en su vida, la persona se niega a reconocer el problema o buscar ayuda. Puede minimizar o negar los efectos perjudiciales de su adicción y puede volverse defensiva o irritada si se le confronta con sus patrones de juego.
6. Descuido de la higiene y la salud: La persona puede descuidar su higiene personal, dormir poco y tener una mala alimentación debido a la dedicación excesiva a los videojuegos. Puede perder el sentido del tiempo y descuidar su bienestar físico y emocional.
Si sospechas que tú o alguien cercano puede tener una adicción a los videojuegos, es importante buscar ayuda profesional. Un psicólogo o terapeuta especializado en adicciones puede brindar el apoyo necesario y ayudar en el proceso de recuperación.
