DEMASIADAS VECES, LA SOLUCIÓN ES EL PROBLEMA
La patología dual se refiere a la presencia de dos trastornos mentales o psicológicos, siendo uno de ellos una adicción. Esto significa que alguien que, por ejemplo, padece depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o la ansiedad, también presenta una adicción a sustancias como el alcohol, a drogas ilegales, o a medicamentos recetados o no. En cierto modo, también podemos hablar de patología dual cuando las adicciones son sin substancia, como el juego, las compras o el sexo. En ellas la diferencia radicaría en su implicación a nivel cerebral.
El origen de la patología dual es muy variada y depende de cada caso individual. En personas con trastornos mentales, parece muy convincente la hipótesis de la automedicación. Es un enfoque que sugiere que estas personas pueden usar sustancias adictivas como una forma de automedicarse y aliviar los síntomas de su trastorno mental subyacente. Según esta teoría, las personas pueden recurrir al consumo de sustancias adictivas para aliviar el estrés, la ansiedad, la depresión u otros síntomas psicológicos que experimentan.
No es fácil identificar la existencia de patología dual por los síntomas, pues dependen del tipo de trastorno psicológico y de la substancia adictiva . De todos modos, a continuación se exponen algunas señales de alarma que pueden ayudar a detectarlo en uno mismo u otra persona:
• La persona muestra respuestas desajustadas ante situaciones imprevistas de la vida cotidiana, mostrando reacciones anómalas en su intensidad ya sea por exceso o por defecto.
• El comportamiento puede ser extraño y mostrar cambios bruscos e inexplicables.
• Aparecen problemas laborales debido a un mal rendimiento o absentismo.
• No hay buenos resultados ante una intervención terapeútica y no existe adherencia ni cumplimiento con la medicación pautada.
• Descuido de aspectos básicos, como la higiene personal.
• Hiperactividad o somnolencia excesiva.
• Alteraciones del apetito.
• Abandono de las actividades lúdicas que se solían realizar en el tiempo libre.
La patología dual es una condición compleja y difícil de tratar, ya que dos dolencias interactúan entre sí, influyéndose mutuamente. Vamos a fijarnos ahora en unos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar patología dual, entre ellos destacamos:
• La predisposición genética puede aumentar la probabilidad de desarrollar tanto trastornos mentales como adicciones.
• Las personas que han experimentado traumas, como abuso físico, sexual o emocional, tienen un mayor riesgo de desarrollar patología dual.
• El estrés crónico, ya sea debido a situaciones laborales, familiares o personales, puede aumentar la vulnerabilidad a desarrollar tanto trastornos mentales como adicciones. El estrés prolongado puede desencadenar y agravar los síntomas de trastornos mentales existentes, y también puede ser un factor de riesgo para el uso de sustancias adictivas como una forma de hacer frente al estrés.
• El abuso de sustancias en el pasado puede aumentar la probabilidad de desarrollar trastornos mentales y viceversa.
Por otra parte, el consumo de drogas puede tener graves consecuencias en la salud mental de las personas:
• Puede desencadenar o empeorar los síntomas de la depresión.
• Puede aumentar la sensación de ansiedad y provocar trastornos de ansiedad.
• Algunas drogas pueden provocar psicosis, alucinaciones y delirios.
De entre todas las drogas susceptibles de iniciar un trastorno dual en las personas, quiero destacar el cannabis porque es una sustancia que es menos dañina para la salud física que otras drogas, pero sin embargo, su consumo es bastante perjudicial para la salud mental.
El Dr. Francisco Arias Horcajadas, psiquiatra del Hospital 12 de Octubre escribe: “El consumo de cannabis se ha relacionado con la producción o empeoramiento de cuadros depresivos y de ansiedad, además de problemas cognitivos con alteración de la memoria y la atención. “El riesgo mayor es la capacidad de producir psicosis agudas y, posiblemente, también desencadenar o inducir psicosis crónicas, además de empeorar la evolución y el pronóstico de los pacientes con esquizofrenia ya establecida”. El Dr. Arias indica que la evolución de la patología dual va a estar muy condicionada a la evolución de ese consumo. Hay una percepción bastante generalizada de su benignidad, como droga blanda que no corresponde con la realidad. A estos argumentos hay que añadir que el cannabis actual es, en general, más concentrado y por lo tanto más dañino que en décadas anteriores.
Hasta cierto punto, lo central de la cuestión es la capacidad innata de cada uno para tolerar una sustancia determinada. Las drogas afectan a las personas de diferentes formas. Es importante destacar que dicha respuesta individual está ligada a la razón por la que empezaron a drogarse. Hay más peligro de patología si intentan escapar de algo o enmascarar sentimientos negativos. La razón estriba en que el precio de un alivio temporal como la droga puede agravar un problema subyacente.
En cuanto al tratamiento, un primer paso esencial para que las personas con patología dual puedan ser ayudadas como necesitan, es que logren tener una conciencia real de sus dos patologías. Cuando este punto no está claro y la persona niega uno o ambos problemas, indudablemente se mermará su compromiso con el tratamiento y se impedirá la obtención de buenos resultados. Esto es uno de los grandes problemas que hacen que este tipo de pacientes abandonen reiteradamente la terapia y roten por todo tipo de dispositivos sanitarios sin lograr una recuperación real.
En este sentido, es importante tener en cuenta algunas claves que pueden incrementar la probabilidad de que la intervención ofrezca resultados satisfactorios:
• Es fundamental que el clima de la intervención parta de una alianza terapéutica adecuada, en la que el profesional se muestre cálido y sea capaz de conectar con esa persona sin juzgar o culpabilizar.
• Lejos de utilizar normas rígidas, lo ideal es que cada fase de la intervención se amolde al estado del paciente, de manera que el acompañamiento sea estructurado pero con cierto grado de flexibilidad.
• Fomentar una perspectiva del tratamiento como una carrera de fondo que reporte beneficios sobre todo en el medio y largo plazo. A su vez, es necesario marcar metas asequibles que permitan mantener la motivación durante todo el proceso y brindar al paciente sentimiento de competencia.
• Evitar un abordaje paternalista en el que se ignore lo que el paciente quiere o necesita. Progresivamente, la persona debe asumir un grado mayor de responsabilidad, aprender a tomar decisiones y tomar las riendas de su proceso de cambio.
• El tratamiento de las personas con patología dual tiene que ser multidisciplinar donde todos los profesionales implicados trabajen en equipo aprendiendo unos de otros, aportando entre todos un conocimiento y un trabajo enriquecido que ayuda sin duda a los pacientes. Personas que tras un tratamiento adecuado pueden tener una vida normal con respecto a lograr una satisfacción a nivel afectivo, familiar, de trabajo, ocio y relaciones sociales.
ARTICULO: CONSUELO HERNADEZ (DIRECTORA CEDAR Y PSICOLOGA CLINICA)